Puede que te hayas preguntado esto muchas veces, o incluso lo estés pensando ahora mismo. La respuesta es sí, vale la pena tener un seguro dental. Te explicamos por qué.
Un seguro dental te ofrece servicios que una clínica dental común no cubriría si acudes sin él. Además, si ciertos tratamientos no están incluidos en tu póliza, podrás acceder a descuentos muy asequibles para cualquier tratamiento que necesites.
Tal vez no visitas al dentista con frecuencia, salvo para revisiones y limpiezas rutinarias, y pienses que si hasta ahora no has necesitado un seguro dental, probablemente no lo necesites en el futuro.
Sin embargo, nadie está exento de necesitar servicios dentales en algún momento. Por lo general, con solo acudir a una revisión, ya habrás pagado lo equivalente a una cuota de seguro dental, ya que los precios suelen ser bastante más altos sin seguro.
Imagínate que en un mismo mes necesitas una revisión y una limpieza. Habrás pagado más de lo que cuesta un seguro dental, que incluye estos servicios.
Por eso, recomendamos contratar un seguro dental. Te proporcionará una amplia gama de coberturas, y te liberarás de la tarea de buscar una clínica con precios más asequibles para realizar cualquier tratamiento.