A medida que aumenta la edad del asegurado, también lo hace la probabilidad de incurrir en un estado de dependencia. Los costes asociados a los cuidados por dependencia son significativamente elevados (adaptación de la vivienda, residencia, cuidados en el domicilio habitual, etc.).

Enfrentar estos gastos puede poner en riesgo el patrimonio acumulado a lo largo de toda una vida.